¿Cuáles son los problemas de comportamiento más habituales entre los gatos?

Los problemas de comportamiento conforman la razón principal y más común por las que los gatos adultos son abandonados o devueltos a los refugios de donde salieron con la esperanza de una nueva y mejor vida. A partir de ahí, es muy probable que no vuelvan a encontrar un nuevo hogar que los acoja.

Estos son los tres problemas, más comunes, en el comportamiento de los gatos en los hogares

– La suciedad que puedan generar en el hogar.
– Agresiones a otros gatos o seres humanos.
– Los arañazos que van dejando por muebles.

Por supuesto, la mayoría de los comportamientos que las personas consideran problemáticos (p. ej., masticar, morder y arañar) son, en realidad, comportamientos normales de los gatos.
Sin embargo, la mayor parte de las veces, los gatos no saben lo que nosotros designamos como comportamiento inaceptable.

Hay formas de llegar a generar un espacio en el que podamos evitar que estos problemas surgan o, una vez planteados, puedan poner en riesgo la convivencia entre los humanos y los gatos. Veamos alguna de ellas.

1. Expón a tu gatito a muchas experiencias diferentes

Los cachorros tienen más capacidad que los gatos adultos para adaptarse a los cambios ambientales. Si expones a tu gatito a cualquier cosa con la que pueda entrar en contacto cuando sea adulto, tendrás muchas menos posibilidades de terminar con un gato temeroso. Esfuércese por hacer de estas exposiciones experiencias positivas; Enséñale a tu gatito que todas estas cosas nuevas y extrañas no son nada que temer. Debe ser presentada a diferentes edades, tamaños y tipos de personas; su transportador de gatos; la aspiradora; otros animales; y diferentes ambientes.

2. Enseña a tu gato señales básicas de comportamiento

Algunas personas creen que los gatos no se pueden entrenar, pero los gatos son muy inteligentes y pueden aprender felizmente pistas y trucos con bastante rapidez.
Una de las fórmulas más eficaces es enseñándoles métodos basados ​​en recompensas.

Cuanto antes empieces a enseñar a tu gatito este tipo de técnicas, más rápido aprenderá.

Este tipo de entrenamiento es una excelente manera de proporcionarle ejercicio tanto mental como físico, además de mejorar la relación entre ambos.

Asocia estas nuevas experiencias con las cosas que le gustan a tu gatito, como la hora de jugar o las golosinas.

Truco!!

Por ejemplo, coloca una golosina, de las que más le gusten, en su transportador. Hazlo de vez en cuando, varias veces a la semana. Esta experiencia aumentará la probabilidad de que entre fácilmente en el portabebés, perdiéndole el miedo.

Enseñar a tu gatito a rascarse en los lugares apropiados

Los gatos rascan para refrescar y afilar sus garras. Enseñarle a tu gato a rascarse en los lugares apropiados y aceptar que le corten las uñas puede ayudar a prevenir daños a tus muebles.

Ten en casa varias superficies para rascar o postes para rascar y colócalos en varias áreas prominentes de la casa.

Coloca contenedores de golosinas especiales en las habitaciones con postes para rascar. Cuando su gatito rasque el poste, dile alguna palabra que reconozca y recompénsalo con una golosina.
Para reforzar el mensaje, también puedes acariciarlo mientras está en el rascador.

3. Mantén la caja de arena muy limpia

Mantener la caja de arena limpia disminuye la probabilidad de que tu gatito orine o defeque fuera de la caja cuando sea adulto. Ya sabemos que esta es una de las manías que tienen los gatos.

4. Enséñale a tu gatito a jugar bien

El juego es una parte muy importante y divertida de la vida de un gatito. Enseñarle a tu gatito habilidades de juego adecuadas y jugar con él todos los días le dará las salidas adecuadas para su energía. Para disminuir la posibilidad de que busque manos y pies humanos como juguetes, nunca juegues con tu gatito con tus manos y pies. En la mente de tu gatito, un mordisco juguetón es indistinguible de un mordisco doloroso. No entenderá que no está bien masticar o morder a las personas a menos que le enseñes a morder solo los objetos apropiados.

Seguir estos sencillos pasos puede marcar la diferencia entre un gato con comportamientos indeseables y un gato que se porta bien.

Recuerda, es mucho más fácil prevenir los problemas que tratarlos una vez que se han arraigado.